Spain Fashion necesitaba una identidad reconocible, escalable, tan versátil como para reflejar la heterogeneidad y diversidad de la industria de la moda española (en la que entran tanto alta costura como manipuladores de piel) y tan transversal como para aglutinar la vanguardia y la transgresión de los nuevos creadores, la solvencia de las marcas más consolidadas y la solera de las propuestas más tradicionales del sector.

A estas premisas, ya bastante retadoras, se unen dos variables más: por un lado, esta identidad tiene la función de abanderar la moda española en ferias internacionales y en iniciativas impulsadas por ICEX para la promoción de la industria española; por otro, además de esta vertiente institucional, la identidad de Spain Fashion debe contemplar, de alguna forma, el compromiso que la industria de la moda española tiene con la sostenibilidad.

Nuestra respuesta a este desafío acabó sintetizándose en la creación de una identidad mutante. No muta su esencia, pero sí su capacidad de vivir de forma natural en diferentes formatos. Este dinamismo imprime versatilidad a la identidad y se traduce en que su composición varía de una aplicación a otra.

La heterogeneidad del sector de la moda Made in Spain se hace tangible en las letras que conforman el naming Spain Fashion las cuales, de forma aleatoria, cambian su grafía por símbolos.

Para sustentar este perfil dinámico y diverso de la identidad, la tipografía fue un elemento clave. Nos decantamos por la combinación de dos, una Grotesca Sans Serif y otra caligráfica, con lo que construimos un contraste agresivo que fusiona tradición y vanguardia.