El súper es el lugar que más diseño aglutina. No sólo del Súper vive Vasava, pero sí que somos conscientes del reto que estas superficies plantean a nivel visual y gráfico cuando intentamos crear diferenciación, identidad y personalidad en lineales infinitos repletos de colores, letras, formas, cajas, paquetes, frascos, botellas, bolsas, etiquetas… Si se supera esa prueba, estamos listos para todo lo que venga. Así sea.
Más que contenedores.
El vínculo entre la inteligencia humana y la realidad física se establece a través de la facultad perceptiva multisensorial de los seres humanos. Todas las cosas que vemos, escuchamos, olemos, degustamos y tocamos dibujan nuestras experiencias, pensamientos y aprendizajes; son los estímulos a partir de los cuales se construye la propia inteligencia y la manera en la que concebimos el mundo que nos rodea.
En el entorno comercial en el que estamos sumidos, con tanta saturación de estímulos sensoriales, el diseño y la creación de identidad visual de los productos y de sus packagings se convierten en artefactos publicitarios que tienen una importancia estratégica vital para las marcas. ¿Y eso por qué? Por la capacidad que estos elementos tienen para transmitir la tipología de producto y la identidad de marca en un instante decisivo: el momento de compra.
Más que contenedores.
El vínculo entre la inteligencia humana y la realidad física se establece a través de la facultad perceptiva multisensorial de los seres humanos. Todas las cosas que vemos, escuchamos, olemos, degustamos y tocamos dibujan nuestras experiencias, pensamientos y aprendizajes; son los estímulos a partir de los cuales se construye la propia inteligencia y la manera en la que concebimos el mundo que nos rodea.
En el entorno comercial en el que estamos sumidos, con tanta saturación de estímulos sensoriales, el diseño y la creación de identidad visual de los productos y de sus packagings se convierten en artefactos publicitarios que tienen una importancia estratégica vital para las marcas. ¿Y eso por qué? Por la capacidad que estos elementos tienen para transmitir la tipología de producto y la identidad de marca en un instante decisivo: el momento de compra.
Efectivamente, en su definición más estricta, el packaging vendría a ser la ciencia, el arte y la tecnología de inclusión o protección de productos para la distribución, el almacenaje, la venta, y el empleo. Un buen diseño de packaging debe presentar el contenido de una forma clara y cuantificable, debe proteger el contenido del mismo de forma que llegue en condiciones óptimas al consumidor hasta el momento de su consumo. Además debe ser pensado y producido para facilitar su correcto transporte, almacenamiento y exposición. Verdad, verdadera. Pero no se vayan todavía, aún hay más.
Las actuales exigencias y hábitos de consumo – los nuevos formatos de producto, la usabilidad de los envases o el impacto medioambiental que generan, entre otros – han contribuido de forma determinante a que la función publicitaria del packaging sea decisiva.
El packaging se ha convertido en mucho más algo que artefactos donde contener, conservar y transportar unos determinados productos; son, sobre todo, la expresión visual de un mensaje. Desde este punto de vista, se erigen como una auténtica y valiosa herramienta de marketing en un mercado de consumo donde las características, la calidad y el precio de los productos pueden resultar muy similares.
Las actuales exigencias y hábitos de consumo – los nuevos formatos de producto, la usabilidad de los envases o el impacto medioambiental que generan, entre otros – han contribuido de forma determinante a que la función publicitaria del packaging sea decisiva.
El packaging se ha convertido en mucho más algo que artefactos donde contener, conservar y transportar unos determinados productos; son, sobre todo, la expresión visual de un mensaje. Desde este punto de vista, se erigen como una auténtica y valiosa herramienta de marketing en un mercado de consumo donde las características, la calidad y el precio de los productos pueden resultar muy similares.
Nuestra visión es global
Somos especialistas en estudiar cada proyecto de forma integral:
No es lo mismo vender un perfume japonés, un Champagne francés o un batido de soja mexicano. Ni los productos se parecen lo más mínimo ni los mensajes de marca tampoco.
Somos especialistas en estudiar cada proyecto de forma integral:
- Analizamos el mercado y detectamos tendencias. A partir de ahí buscamos la manera de generar relevancia para el público objetivo mediante mecanismos funcionales, estéticos y de valor añadido.
- Sabiendo del poder publicitario del packaging ya descrito, no abordamos estos proyectos de forma independiente y aislada, sino que los trabajamos en comunión con todos los otros elementos que constituyen la estrategia de branding del cliente, porque tenemos la oportunidad de instaurarlos aún más.
No es lo mismo vender un perfume japonés, un Champagne francés o un batido de soja mexicano. Ni los productos se parecen lo más mínimo ni los mensajes de marca tampoco.

Perfume japonés. Champagne francés. Batido mexicano.
Pero nos hemos visto en estos 3 casos y muchos más, y es esa experiencia la que avala que nos sintamos como pez en el agua cuando hablamos de packs, envases, productos y etiquetas.
Aunque trabajamos más habitualmente con el sector alimentario, bebidas y perfumería, conocemos el mercado profundamente y tenemos la experiencia necesaria para dilucidar cuáles son los códigos específicos con los que trabajar en cada segmento y cómo encajar con la demanda y cubrir los nichos de mercado detectados. Conocimiento, experiencia y la versatilidad que ambos conllevan. Pero en este caso tampoco podría faltar algo que es verdaderamente nuestro: creemos firmemente que el éxito de un diseño de packaging, más allá de los dichosos 8 segundos, reside en haber sido creado cuidando hasta el más mínimo detalle de todo el proceso de gestación.
Pero nos hemos visto en estos 3 casos y muchos más, y es esa experiencia la que avala que nos sintamos como pez en el agua cuando hablamos de packs, envases, productos y etiquetas.
Aunque trabajamos más habitualmente con el sector alimentario, bebidas y perfumería, conocemos el mercado profundamente y tenemos la experiencia necesaria para dilucidar cuáles son los códigos específicos con los que trabajar en cada segmento y cómo encajar con la demanda y cubrir los nichos de mercado detectados. Conocimiento, experiencia y la versatilidad que ambos conllevan. Pero en este caso tampoco podría faltar algo que es verdaderamente nuestro: creemos firmemente que el éxito de un diseño de packaging, más allá de los dichosos 8 segundos, reside en haber sido creado cuidando hasta el más mínimo detalle de todo el proceso de gestación.

Desarrollo de producto
Es difícil desarrollar productos exitosos. Es un proceso desafiante en el que intervienen diversas variables a tener muy en cuenta.
Uno de los aspectos más difíciles es reconocer, entender y administrar equilibrios, especialmente en términos de coste de producción, de tal forma que se pueda incrementar al máximo el éxito del producto.
Ser dinámico es un must. Las tecnologías mejoran, las preferencias de los clientes evolucionan, los competidores introducen nuevos productos y el ambiente macroeconómico cambia. La toma de decisiones en un ambiente de constantes cambios es una tarea arriesgada.
Los detalles. De nuevo. El desarrollo de un producto, por modesto que sea su nivel de complejidad, puede requerir mil decisiones pequeñas que debemos saber tomar y optimizar.
Todos estos aspectos son fácilmente manejables si contamos con tiempo ilimitado. Pero claro, ese nunca es el escenario y las decisiones en el desarrollo del producto por lo general se toman bajo la presión de la falta de tiempo, rápidamente y sin contar con toda la información necesaria, en muchos casos.
Uno de los aspectos más difíciles es reconocer, entender y administrar equilibrios, especialmente en términos de coste de producción, de tal forma que se pueda incrementar al máximo el éxito del producto.
Ser dinámico es un must. Las tecnologías mejoran, las preferencias de los clientes evolucionan, los competidores introducen nuevos productos y el ambiente macroeconómico cambia. La toma de decisiones en un ambiente de constantes cambios es una tarea arriesgada.
Los detalles. De nuevo. El desarrollo de un producto, por modesto que sea su nivel de complejidad, puede requerir mil decisiones pequeñas que debemos saber tomar y optimizar.
Todos estos aspectos son fácilmente manejables si contamos con tiempo ilimitado. Pero claro, ese nunca es el escenario y las decisiones en el desarrollo del producto por lo general se toman bajo la presión de la falta de tiempo, rápidamente y sin contar con toda la información necesaria, en muchos casos.

Crear, producir y comercializar un nuevo producto, por sencillo que sea, necesita inversión. El producto resultante tiene que ser lo suficientemente atractivo para el cliente como asequible en términos de coste de producción para que dicha inversión se pueda recuperar en un tiempo, de nuevo, no muy largo.
Es vital en todo este proceso identificar si tenemos o no un punto de partida: ¿qué necesidad satisfacemos con este producto? ¿Cómo garantizamos que el cliente cree que ese producto es el ideal para satisfacerla?
Si la primera pregunta tiene respuesta, vamos bien. Para contestar a la segunda debemos introducir dos nuevas variables: creatividad pura y dura, y un equipo de trabajo diverso en el que se involucren personas de diferente capacitación, experiencia, perspectiva y personalidad y energía.
El cliente, en cada caso, decide en qué momento de este proceso nos incorporamos como aliado. Pero a nosotros ya nos gusta remangarnos desde el minuto uno.
Para nosotros es clave seleccionar los conceptos que definen la identidad del producto y a partir de ellos, trazar una estrategia de marca coherente. De ahí surgirá el naming, la arquitectura del diseño, el estilo gráfico, el envase… suma y sigue.
Es vital en todo este proceso identificar si tenemos o no un punto de partida: ¿qué necesidad satisfacemos con este producto? ¿Cómo garantizamos que el cliente cree que ese producto es el ideal para satisfacerla?
Si la primera pregunta tiene respuesta, vamos bien. Para contestar a la segunda debemos introducir dos nuevas variables: creatividad pura y dura, y un equipo de trabajo diverso en el que se involucren personas de diferente capacitación, experiencia, perspectiva y personalidad y energía.
El cliente, en cada caso, decide en qué momento de este proceso nos incorporamos como aliado. Pero a nosotros ya nos gusta remangarnos desde el minuto uno.
Para nosotros es clave seleccionar los conceptos que definen la identidad del producto y a partir de ellos, trazar una estrategia de marca coherente. De ahí surgirá el naming, la arquitectura del diseño, el estilo gráfico, el envase… suma y sigue.

Esto significa que nuestra labor, en este ámbito que nos ocupa, no se inicia con un producto ya finalizado y listo para ser lanzado al mercado, si no que nos involucramos desde el momento en el que ese producto se empieza a concebir: desde los proceso de investigación, la definición de producto, la creación de narrativas, el naming, la creación de identidad, hasta las fases finales de mercadotecnia, comunicación y campaña de lanzamiento del producto.
También definimos las estrategias para desgranar toda la línea de productos o servicios con las que una marca quiere satisfacer una demanda del mercado o convertir a ciertos consumidores en clientes. Así pues, creamos/ampliamos el portafolio de productos de una marca proponiendo a la segmentación, la amplitud, la profundidad, la extensión y la consistencia más adecuadas.
También definimos las estrategias para desgranar toda la línea de productos o servicios con las que una marca quiere satisfacer una demanda del mercado o convertir a ciertos consumidores en clientes. Así pues, creamos/ampliamos el portafolio de productos de una marca proponiendo a la segmentación, la amplitud, la profundidad, la extensión y la consistencia más adecuadas.
Ediciones Limitadas
La creación de una Edición Limitada puede responder a varias motivaciones.
A veces, nuestra relación de “amor” con un producto se debilita o se convierte en algo rutinario. La edición limitada intenta que la llama de la pasión reavive. Estas creaciones apuntarán, entonces, a que el público se sienta exclusivo y que, al adquirirlas, enfatice su conexión con la personalidad de la marca.
En otras ocasiones, una marca desea mostrarse dinámica y marcar tendencia. Este efecto puede conseguirse por oposición o por “ir unos pasos más allá” del camino trazado. En este caso, una edición limitada es una muestra de lo que una marca es capaz de hacer, una inyección de energía y vitalidad y, sobre todo, una manera de educar al consumidor sobre futuros productos.
A veces, nuestra relación de “amor” con un producto se debilita o se convierte en algo rutinario. La edición limitada intenta que la llama de la pasión reavive. Estas creaciones apuntarán, entonces, a que el público se sienta exclusivo y que, al adquirirlas, enfatice su conexión con la personalidad de la marca.
En otras ocasiones, una marca desea mostrarse dinámica y marcar tendencia. Este efecto puede conseguirse por oposición o por “ir unos pasos más allá” del camino trazado. En este caso, una edición limitada es una muestra de lo que una marca es capaz de hacer, una inyección de energía y vitalidad y, sobre todo, una manera de educar al consumidor sobre futuros productos.

No nos estancamos. Eso es lo que algunas marcas quieren decir con sus ediciones limitadas. Es tan fuerte el efecto que puede ocasionar una gráfica innovadora o una idea de activación, que no es necesario cambiar la totalidad. Una pequeña dosis puede ser suficiente, y si el trabajo estratégico ha sido correcto, sus alcances pueden incidir notablemente en la renovación de la imagen de una marca.
Finalmente, las ediciones limitadas, escudándose en su poco tiempo de exposición, pueden permitir a las marcas arriesgar un poco más y convertirse en un medidor de tolerancia de las actitudes de consumo. Una edición limitada puede ayudarnos a descubrir tendencias de compra, preferencias y deseos de los consumidores y a tener pistas sobre el éxito de lanzamientos posteriores.
Sea cual sea la motivación que te lleve a crear una edición limitada, puedes ponerla en nuestras manos. Desde la consultoría de tendencias hasta la tangibilización de la estrategia resultante en temáticas, plataformas o endorsers, nos manejamos con destreza en lo que a exclusividad, premiumness y saliencia se refiere, como demuestran nuestros tratamientos para Hennessy y Moët & Chandon.
Finalmente, las ediciones limitadas, escudándose en su poco tiempo de exposición, pueden permitir a las marcas arriesgar un poco más y convertirse en un medidor de tolerancia de las actitudes de consumo. Una edición limitada puede ayudarnos a descubrir tendencias de compra, preferencias y deseos de los consumidores y a tener pistas sobre el éxito de lanzamientos posteriores.
Sea cual sea la motivación que te lleve a crear una edición limitada, puedes ponerla en nuestras manos. Desde la consultoría de tendencias hasta la tangibilización de la estrategia resultante en temáticas, plataformas o endorsers, nos manejamos con destreza en lo que a exclusividad, premiumness y saliencia se refiere, como demuestran nuestros tratamientos para Hennessy y Moët & Chandon.
Diseño responsable
El envase que menos contamina es el que no se tira. Bio, eco… estamos muy familiarizados con estos términos pero se atribuyen más al contenido que al continente. Nos preocupa el medioambiente y queremos que nuestro trabajo sea responsable, que nuestro diseño sea sostenible. Así, en nuestros proyectos de diseño de producto y packaging discriminamos positivamente a los materiales reciclables, biodegradables, aquellos que incorporan innovaciones tecnológicas positivas en términos medioambientales (materiales que cambien de color cuando los alimentos que contienen dejan de estar en buen estado, por ejemplo)…
Queremos que nuestro trabajo deje huella en todos los aspectos, menos en el ecológico. No queremos dejar huella ecológica.
Queremos que nuestro trabajo deje huella en todos los aspectos, menos en el ecológico. No queremos dejar huella ecológica.
Control de todas las consideraciones técnicas.
Todo proyecto de diseño de packaging está fuertemente condicionado por una serie de aspectos técnicos que tenemos que tener en cuenta durante todo el proceso. La tipología de producto que vamos a contener (composición, tamaño, forma, peso, densidad, resistencia, fragilidad, riesgos de distribución, resistencia a la luz, requisitos relacionados con la temperatura…) condicionan el packaging final y plantean retos técnicos a lo largo de todo el proceso que sabemos solucionar sin que el elemento creativo ni el mensaje de marca se deprecien ni se vean menguados.

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